El desplazamiento forzoso en Haití alcanzó cifras alarmantes en 2024, impulsado por el control de bandas criminales, según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Más de un millón de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares, triplicando la cifra del año anterior (315.000). Esta crisis refleja la inseguridad y el caos que domina amplias regiones del país.
Un país en crisis
En paralelo, unas 200.000 personas fueron deportadas a Haití durante el mismo año, principalmente desde la República Dominicana, según informó desde Ginebra el portavoz de la OIM, Kennedy Okoth Omondi. La violencia, el colapso de los servicios básicos como la atención médica y la intensificación del desabastecimiento alimentario han agravado esta ya desesperada situación.