Miles de ciudadanos venezolanos se volcaron a las calles en diversas ciudades del país para manifestar su rechazo al gobierno de Nicolás Maduro y demandar respuestas a la grave crisis económica y social que afecta a la nación.
Convocadas por sectores de la oposición y respaldadas por organizaciones civiles, las movilizaciones se centraron en denunciar problemas como la inflación descontrolada, el colapso de los servicios básicos y la falta de libertades políticas.
En Caracas, una multitudinaria concentración tuvo lugar en la Plaza Bolívar, donde líderes opositores enfatizaron la urgencia de restablecer la democracia y realizar elecciones libres. “El pueblo no aguanta más. Exigimos un cambio para construir un futuro digno para nuestras familias”, expresó una manifestante.
En otras regiones del país, las protestas incluyeron bloqueos en avenidas principales y encuentros tensos con cuerpos de seguridad, que intentaron dispersar a los manifestantes en algunos puntos. Aunque se registraron incidentes menores, el llamado general fue a mantener las movilizaciones de manera pacífica.
La comunidad internacional observa de cerca estos eventos, mientras organizaciones de derechos humanos instan a las autoridades a respetar el derecho a la protesta. Los líderes de la oposición han reafirmado su compromiso de continuar las movilizaciones hasta alcanzar transformaciones significativas en el panorama político venezolano.